Un mundo nuevo
La semana pasada, les trajimos la historia de la lucha de My Chemical Romance después de The Black Parade y la insatisfacción que los llevó a rechazar todo en lo que se habían convertido. Aquí, en la parte final de nuestra entrevista exclusiva, la banda revela cómo nació Danger Days y por qué son “súper peligrosos otra vez.”
Afuera en el desierto de California, Gerard Way no estaba teniendo una crisis exactamente, pero tampoco estaba feliz. Se había ido allí en Enero de este año, junto con su esposa LynZ y su hija Banfit, para tener lugar para pensar. Su banda, My Chemical Romance, todavía estaba haciendo las mezclas de lo que pensaron que sería su cuarto álbum, el importante sucesor de The Black Parade del 2006. lo que habían grabado era un álbum punk, uno que rechazaba la rimbombancia, la pompa y la detallada ceremonia anterior. En cambio, habían querido simplemente hacer rock – nada de metáforas, nada de conceptos, nada de significados que los periodistas amarillistas pudiera malinterpretar: solamente, rock.
Se podía entender el punto. The Black Parade los convirtió en un fenómeno, pero también los agotó. Los habían hecho los chivos expiatorios y, ridículamente, los líderes de un culto suicida. Algo muy diferente de lo que habían intentado, mientras que todos sus logros y todo vino a simbolizar algo muy por encima de ellos. Y querían destruirlo.
Lo que My Chemical Romance estaban desesperados por hacer en los comienzos del 2009, era simplemente rockear, nada más ni nada menos. Gerard dijo que quería escribirle una carta de amor al rock ‘n’ roll. Así que así fue el álbum que hicieron – desnudo, simple y escueto – y casi fue el álbum que lanzaron también.
“Teníamos los singles elegidos, y la gente estaba entusiasmada al respecto” dice el bajista de la banda, y hermano de Gerard, Mikey Way “Habíamos dado algunas entrevistas, y estábamos listos para seguir.”
Pero algo no estaba bien. Ray Toro, el guitarrista de My Chemical Romance, lo sentía, igual que todos en su fuero interno.
“El alma no estaba ahí”, dice.
“Simplemente no tenía la grandeza” agrega Frank Iero, el otro guitarrista de la banda.
El problema con lo que habían hecho, ahora que lo miraban en retrospectiva, era que habían estado tan preocupados por que lo que no iba a hacer – esencialmente, no The Black Parade – que se esforzaron demasiado en definir su nueva música con reglas.
“No iba a ser The Black Parade, no iba a haber ningún concepto, nada de disfraces ni capas exuberantes” dice Frank. “Tenía que ser devuelto a su forma más primaria. Realmente creo que la única forma de hacer algo nuevo es destruir todo lo que ya tienes. De otra forma, tu trayectoria es predecible y eso nunca es divertido. Pero haciendo eso, no creo que alcanzáramos nuestro potencial. El problema principal, creo, que decidimos lo que el álbum iba a ser antes de que lo escribiéramos.”
Las reglas que habían escrito dictaron las canciones, mientras que antes siempre se habían dejado guiar por la música.
“Nos dimos cuenta que, cuando estábamos en el estudio, no estábamos haciendo las cosas en las que somos buenos” dice Ray. “Estábamos tratando de hacer algo diferente y eso significa que no estábamos dejando que las canciones fueran lo que realmente queríamos. Teníamos restricciones para todo. No funcionaba.”
Pero aún así pelearon con ello, tratando de darle forma a las canciones en el proceso de mezclado, empujando algo que no tenía a dónde ir. Entonces, algo pasó. Gerard se tomó un tiempo, pasándolo en el desierto con su familia. Allí, el cantante reflexionó un poco. Y eso cambió todo.
Gerard habla de su tiempo en el desierto como una epifanía. Fue la toma de conciencia que tuvo allí lo que llevó a la creación de Danger Days: The True Lives Of The Fabulous Killjoys, el eventual álbum de My Chemical Romance.
Afuera en lo salvaje, en un bungalow alquilado con su esposa y su hija, Gerard no solamente pensaba en a dónde debía ir el nuevo álbum de My Chemical Romance, sino también en donde encajaba la banda, lo que deberían hacer. Se preguntó si todavía tenían hambre.
“Para un grupo de tipos que no se metieron en esto por [el dinero], nos encontramos viviendo bastante holgadamente” dice de lo que le estaba pasando por la cabeza. “No vivíamos extravagantemente, pero era bueno mantener una hipoteca, especialmente con un bebé. Me pregunté si nos estábamos poniendo respetables.”
“Estás más grande, estás en tus treintas, y tu banda ya se ha establecido. Ha pasado por todos los obstáculos para hacer grandes discos y la han celebrado por ello. Después, necesitas ser asimilado lentamente en la moderna cultura del rock, y la gente comienza a necesitar héroes de 30 años, necesitan héroes respetables que se cortaron el pelo. Si estás en tus treintas, haciendo tu cuarto álbum y has estado por ahí desde hace diez años, entonces notas que eso empieza a pasar”
Era una preocupación nacida de eventos recientes. Poco antes de eso, él había bendecido las portadas de varias revistas vestido con una camisa, una corbata y un sobretodo – ropas respetables para un banquero, no digamos ya un cantante de rock. La banda también había hecho algunas fotos de moda; se habían convertido en el epítome de antiguos salvajes, convertidos en rockeros probos.
“Yo estaba en la portada de una revista usando una corbata y un sobretodo” dice. “Y miraba esa imagen diciendo ‘¿Así es como voy a lucir a partir de ahora?’ De pronto recibíamos ofertas para estar en las portadas de revistas para hombres. Nunca nos hubieran ofrecido eso con The Black Parade o [el álbum del 2004 Three Cheers For Sweet] Revenge porque nos veíamos como desquiciados entonces. Primero estaba halagado. Pensé ‘Oh, genial, supongo que eso significa que estoy madurando’. Y luego te das cuenta que es la trampa más grande de todas, la trampa de osos que no te dejará escapar.”
Sintió que lo que extrañaba era la temeridad de lo viejo, el atrevimiento, el hacer las locuras que habían definido lo audaces que habían sido antes. Empezó a preocuparlo. Pero luego su esposa intervino.
“Me dijo ‘Tú eres un artista. No eres simplemente un músico. Mira lo que hiciste con Parade’” dice Gerard. “Fue la primera vez que alguien me dijo eso. Ella podía ver mejor que yo, como estaba conectando los puntos. Pero dijo que tenía que apoderarme de ello. Dijo que tenía que salir y mostrárselo a la gente. Eso fue un completo halago y algo loco de escuchar. Se sintió bien, y no es arrogante admitirlo: sí soy un artista.”
Así que, con el permiso concedido para disculparse, los muros mentales cayeron. Comenzó a escribir las letras para un viejo riff que la banda nunca logró llevar de la manera adecuada. Se dejó ir a dondequiera que fuera con él, ser salvajemente imaginativo, dejando que un cómic en el que estaba trabajando sobre un grupo de personajes llamados los Killjoys, le informaran. Pensó en el consumismo, el arte pop, sobre hacer de lo pop un arte, pensó sobre el mundo y a dónde estaba yendo, sobre las acusaciones que le habían hecho a su banda y lo dejó destrozarlo, volcándolo todo en una canción que más tarde sería Na Na Na.
Esa es la canción de apertura de Danger Days. Pero también fue la canción de apertura para un nuevo mundo para My Chemical Romance.
“Todo lo que pensamos que desafiaba a Black Parade, se volvió noticia vieja” dice Gerard. “Íbamos a ponernos más locos y a ir mucho más lejos de ello. Si la gente nos acusaba de joder a la gente y destruir la cultura juvenil, entonces íbamos a ser peligrosos. Íbamos a ser de verdad jodidamente peligrosos.”
Cuando Gerard volvió a Los Ángeles, la banda se encontró con su migo, el productor de The Blakc Parade, Rob Cavallo. La idea era tratar de incluir una canción más en un esfuerzo de salvar a su álbum maldito. Entonces Gerard les dijo sobre Na Na Na.
“G dijo ‘Oigan, tengo esta canción’” dice Ray. “Así que la probamos en el estudio. Por prmera vez en un año, nos podías ver yendo para adelante a toda máquina. Los jugos creativos y la energía estaban de vuelta. Tan pronto como terminamos con Na Na Na, las cosas definitivamente cambiaron. Eso probó de lo que éramos capaces.”
De allí en adelante todo se sintió diferente. La banda comenzó a experimentar otra vez, comenzaron a hacer decisiones atrevidas sobre hacia dónde ir con su música. Pero nunca se admitieron a sí mismos que estaban escribiendo todo un nuevo álbum. Fue quizá eso lo que les dio la oportunidad de seguir adelante.
“Eso fue probablemente el por qué llevamos este álbum al punto en que llegó – porque ya no había reglas a ese punto” dice Frank. “No pensamos que estábamos escribiendo un álbum nuevo, así que nunca dijimos ‘Eso es demasiado loco’ o ‘No podemos incluir eso el álbum’.”
Había, sin embargo, una cosa que seguía siendo un problema.
Fue alrededor de esta época, en Marzo de este año, cuando fue anunciado que su baterista Bob Bryar había dejado la banda. No es un tema que estén muy dispuestos a discutir en gran detalle, excepto para decir esto.
“No había forma en que pudiéramos hacer el álbum de la forma en que estábamos” dice Frank. “Esa es realmente la única forma de explicarlo. Me rompe el corazón que tuviera que ser así, pero entiendo el por qué. No pasó de la nada, y no fue algo precipitado; no creo que esas cosas puedan serlo. Para que la banda pudiera seguir adelante y sobrevivir, teníamos que ser solamente los cuatro.”
Fue el único momento incómodo de lo que se convertiría un período muy fértil para My Chemical Romance. Con Rob Cavallo de vuelta detrás del panel de mezclas, las cosas comenzaron a acomodarse.
“Antes de Na Na Na, Rob nos había dicho lo terrible que era ver a una banda estancada” dice Ray. “Estaba disgustado al punto de las lágrimas, y en verdad nunca habíamos visto a alguien que se preocupara por la banda igual que nosotros. Nos dijo que teníamos que escribir este [nuevo álbum]. De ahí en adelante, no habría restricciones. No había límites en cuanto al tipo de canciones que podíamos escribir o la clase de sonido que podríamos poner. Fue la mejor experiencia colaboradora que se pudiera esperar.”
El productor estaba igualmente encantado de estar con la banda luego de su falso comienzo.
“Puede ser algo aterrador para una banda el mirar a una hoja de papel en blanco” dice Rob sobre los problemas que My Chemical Romance enfrentó. “Creo que lo que pasó fue que se apresuraron en hacerlo. Pero son una banda tan creativa e intrépida. La mente de Gerard es fantástica. Hay muchas ruedas grandes girando allí dentro. Como productor, me puedo meter allí dentro y aprovecharlo. Si les das libertad y un ambiente en el que puedan trabajar, entonces pasan cosas buenas.”
Y por cierto que las cosas buenas estaban pasando.
Después de Na Na Na, las canciones comenzaron a fluir. “Todo fue tan inmediato porque queríamos lanzarlo al mundo lo antes posible” dice Gerard.
Primero vino Vampire Money, el estridente retozo que cierra Danger Days, pero luego vino otra revelación, y quizá la canción más atrevida que la banda escribió jamás.
Planetary (GO!) es una canción de baile guiada por sintetizadores, infundida por una violeta energía punk, y un bombeante cuatro ritmos. En términos de sonido, es una pieza salida de la nada y, como tal, requería que My Chemical Romance se comprometiera completamente con ella.
“Planetary (GO!) fue de verdad jodidamente loca para nosotros” dice Ray. “Era tarde en el noche y Gerard había oído el gancho. Quería esa patada de cuatro ritmos, y queríamos hacer alguna cosa de baile, pero queríamos que fuera escalofriante. Fue como ‘Mierda, ¿a quién le importa?’ Si haces algo con convicción, entonces es innegable. Siento como si hubiéramos estado intentando escribir esa canción desde el momento que comenzó la banda.”
“Fue como ‘¡Wow! ¡Escribimos una maldita canción de baile!” dice Gerard “Pero es una canción de baile con una venganza. Todos estaban tocando con tanto esfuerzo, nunca había oído algo como eso.”
“Fue una gran noche” agrega Mikey. “Fue la noche que nos dimos cuenta que el libro de reglas era un montón de cenizas. Lo tiramos al diablo y fue como un sueño. Fue como estar encadenado y luego liberado – encontramos todo un mundo nuevo que no sabíamos que estaba ahí.”
La canción también probó que no solamente podían trabajar con teclados y sintetizadores, sino que podían adoptarlos también. SING, la cuarta pista del álbum le siguió, y es otra canción dominada por electrónica hervida a fuego lento antes de una gran llamada a las armas en el coro. Probablemente sea eso porque, además de Bulletproof Heart, Danger Days abre con Na Na Na, SING y Planetary (GO!), las tres canciones que abrieron el camino hacia el futuro de My Chemical Romance.
“Esas canciones fueron clave para mostrarnos todo lo que podíamos hacer y lo que realmente queríamos hacer” dice Ray. “Son como innegables y esa energía realmente nos llevó.”
“Esas canciones nos mostraron lo que pasaba” dice Mikey. “Fue ahí cuando dijimos ‘¿Ese otro álbum? Olvídense de él.””
Algo más que fue clave fue que Gerard redescubrió su toque. Mientras que en el álbum anterior, el dice haber encontrado la escritura de las letras “una faena”, nuevas palabras estaban saliendo más libremente.
Su problema había sido uno mental. En ambos, Three Cheers For Sweet Revenge y The Black Parade, se había hundido en sí mismo y había sido una experiencia oscura y opresiva. Uno de los álbumes detallaba la experiencia de su querida abuela y sus propios problemas de adolescente, en el otro estaba lidiando, metafóricamente, con la muerte misma. Que su hermano Mikey hubiera sufrido una depresión durante la grabación del último álbum solamente parecía enfatizar lo desapacible que podía ser un proceso creativo con My Chemical Romance.
“Creo que quizá estaba preocupado de que tendría que enfrentar a esa mierda del lado oscuro otra vez para hacer arte genial” dice sobre las dificultades que tuvo en el álbum abandonado. “Así era como lo hice antes así que quizá estaba evitándolo.”
Pero se dio cuenta que no tenía que ir tan a fondo buscando sus letras. La pausa después de The Black Parade le había dado la oportunidad de vivir un poco, empezar una familia y sacar su cabeza de la burbuja de My Chemical Romance. Como dice Mikey “tienes que tener algunas experiencias para poder escribir”. Ahora, más que simplemente escribir sobre sí mismo, tenía el resto del mundo para hacerlo – y no tenía que envolver sus pensamientos en protectoras capas de historias y caracterizaciones como había hecho antes.
“Podía escribir sobre la mierda que estaba demasiado asustado para decir” dice Gerard. “Era cómo me sentía sobre las cosas, no estoy realmente condenando nada en el mundo, simplemente estoy diciendo mi opinión. Siempre estuve detrás de una capa de ficción. Na Na Na es la verdad; todo en SING es jodidamente verdad. No hay ficción en ello. No era acerca de escribir sobre alguna jodida mierda, era sobre excavar profundo y trabajar duro. Y la belleza sobre ello esta vez fue que era divertido. Este álbum era divertido de hacer.”
Usó algunos de los temas en los que había estado trabajando para su cómic de los Killjoys, centrando su atención en incorporar limpiezas y reglas de los poderes superiores. Cuando una vez había hecho esto en la oscuridad, ahora lo había pintado todo con una amplia paleta de colores technicolores – solamente miren el brillante tráiler del álbum que la banda recientemente posteó en su sitio web, o el arte pop del vibrante video de Na Na Na como evidencia. Y con todo esto en su cabeza, Gerard rechazó todas las reglas de antes y se puso salvaje.
“Ya no tengo control – he aprendido a realmente aceptar eso” dice. “Estamos todos descontrolados. Eso es lo que Danger Days es. Es decir que no hay control, no hay reglas. Nadie está a cargo, esto es puro caos. Danger Days es un misil crucero disparado al rock ‘n’ roll. Es una cabeza armada ¡Ya no hacemos nada que no sea atrevido! Y no nos importan para nada las consecuencias.”
Cuando My Chemical Romance empezó el proceso que eventualmente llevaría a Danger Day, las cosas se veían en blanco y negro. La resaca de The Black Parade – un álbum tan escarpado, tan lleno de imágenes, en sombras monocromáticas – los dejó con la rígida regla de todo lo que no iban a hacer. Cuando abrazaron el color, encontraron la clave – una teoría por la que Gerard le da crédito a su amigo, el artista de cómic Grant Morrison por ayudarlo a darse cuenta.
Hoy, mientras los cuatro miembros de My Chemical Romance habla con tonos de puro entusiasmo sobre el nuevo álbum, soy todo menos descoloridos. El vívido rojo del pelo de Gerard contrasta severamente con la máscara de brillante amarillo que usará en el escenario y para las sesiones de foto; sus compañeros de banda también, vestidos en intrépidos colores de caramelos, no podían quedarse atrás. Aquí están, parecen decir que no pueden pasarlos por alto: ven y date una vuelta.
“El negro ya no es peligroso” dice Gerard. “Los vampiros han sido aceptados por la cultura, son tan populares como el demonio. Así que, ¿qué es lo peligroso ahora? El color. El color es súper peligroso. Eso es lo que va a causar una reacción.”
Pero el color no solamente está estampado en las ropas que usan. Está en sus sonrisas, está en sus ojos, está en su convicción. Ahora mismo, My Chemical Romance está radiante.
“El futuro es a prueba de balas” dice Gerard, pensando en ello. “Es colorido como el infierno. Es atrevido, y colorido y es muy rápido. Somos libres ahora. Y sonamos como una banda que es libre – y para mí, ese es el sonido del puro rock ‘n’ roll.”
Y tiene razón.
Traducción: Jo.
1 comentario:
Eso abrio mis ojos, totalmente. Muchas gracias por postear esto, donde conseguiste los scanners?
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