viernes, 29 de enero de 2010

[Traducción] NME Magazine (enero)

La noticia original---> aquí

“¡No más ópera rock!”

My Chemical Romance habla sobre su nuevo álbum.

The Black Parade le enseñó muchas cosas a My Chemical Romance – principalmente que aman más el punk rock que el fingir que tienen cáncer en un estadio. Aquí Gerard Way le cuenta a Dan Martin como su cuarto álbum señala su nueva visión de la música rock.

Cómo todas las estrellas de rock muertas saben – asumiendo que hay una vida después de la muerte y que pueden seguir el rastro a este tipo de cosas – expirar puede ser un gran paso en tu carrera. Tu legado está a salvo de la declinación creativa y eres libre de vender miles de millones de grabaciones de aquí en adelante. Pero, ¿qué hay de aquellos para quiénes la muerte no es el final?

My Chemical Romance hizo un buen negocio con la muerte. Tres años viviendo en la piel de sus alter egos góticos, The Black Parade, los convirtieron en megaestrellas y los sacaron del gueto emo en el que, desde Panic hasta Fall Out Boy, se vieron muchos de sus pares. El brillante acompañamiento de su tercer álbum, un concepto de fantasía barroca sobre los surrealistas recuerdos de un paciente de cáncer en sus últimos minutos de vida, vendió más de tres millones de copias, ganándole a la banda el apodo de Queen Day y al frontman Gerard Way el estatus de una de las figuras más controversiales del rock. También, casi los aniquila.

Esos tres años de gira los dejaron físicamente agotados con un calendario sumamente exigente (cualquiera que los haya visto encabezar Download en el 2007 pudo darse cuenta que ya no necesitaban maquillaje para lucir enfermos.) Y cuando la prensa derechista los pintó como los cabecillas de alguna clase de culto suicida, tuvieron que convertirse en los portavoces de una causa que jamás habían elegido. Han pasado casi cuatro años desde que la banda lanzó algo de música nueva y, mientras el regreso se retrasaba más y más, no fuimos los únicos en preguntarnos si iban a volver en absoluto.




Finalmente nos juntamos con Gerard Way y su (abiertamente intitulado todavía) nuevo álbum. Se ve más saludable y más como él mismo de lo que ha sido en años. Tal parece. Después de todo, lo que sigue es la historia de cómo My Chemical Romance engañó a la muerte misma…

Después de una pausa y un falso comienzo, Gerard intenta explicarnos qué los llevó a él y a la banda hasta este punto. “’The Black Parade’ definitivamente se hizo más grande de lo que…” Se detiene antes de decir “queríamos” y cambia de táctica. “Cuando terminó, era una historia diferente” explica “pero cuando empezó se suponía que fuera más como un disco de arte-rock. Se suponía que fuera algo artístico, pero terminó como algo más sofisticado. Y a mí me parece bien. Pero su tuviera que hacerlo de nuevo, lo haría más real. La gente para la que significó más fue la gente que la entendió más, y no significó nada para los que no la interpretaron. Quizá sea eso lo más descorazonante de que el disco se hiciera tan grande. Que fue malinterpretado demasiadas veces como un álbum sobre el lado oscuro de la vida y sin esperanza.”

Así que cuando llegó la hora de seguir adelante, no fue ninguna sorpresa que la banda estuviera lista para cambiar. Para hacer algo nuevo. Para reevaluar la clase de banda que querían ser. También se dieron cuenta que ‘The Black Parade’ es la clase de truco que sólo puedes hacer bien una vez.

Este fue un hecho que quedó en evidencia con el regreso de Geen Day el año pasado – recordemos que fue su sorprendente ‘American Idiot’ el que preparó el camino para ‘The Black Parade’ en primer lugar – cuando trataron de mejorarlo con su tonto, demasiado largo ‘21st Century Breakdown.’ Incluso Muse, cuya ‘The Resistance’ no es exactamente malo, no han sido muy condecorados con la clase de aclamaciones que normalmente les sigue. Es aquí cuando el rock moderno se encontró al principio de una nueva década, en un lugar donde es imposible hacerse más grande sin alienar a la gente que cayó ante su magia en primer lugar. En un eco de los punks que vinieron a sacudir las arenas de los dinosaurios vivos de los aburridos mediados de los ’70, o las bandas de Seattle que hicieron que los poodles del rock de los ’80 se resignaran a huecos en giras nostálgicas con regresos disminuidos, existe el sentimiento de que el rock necesita retroceder para asegurar su supervivencia misma, para mantenerse en contacto con su audiencia. Eso es algo a lo que My Chemical Romance se aferró desde el momento en que entraron al estudio para hacer su cuarto álbum.

Gerard no va a golpear a Green Day, pero esto tiene para decir: “Creo que es obvio el hecho que quizá la gente ahora mismo sólo quiera pasársela bien, ¿sabes? Quizá sólo quieren sentirse libres. Quizá no quieren rebelarse. Creo que quizá es eso lo que ha estado ocurriendo el último año. No creo que la gente todavía quiera arrojar cócteles molotov. Creo que simplemente quieren rockear.”

Se ríe.

“No hay otra forma de decir eso. Es una de las cosas menos inteligentes que salió de mi boca alguna vez, pero ese es más o menos el punto, ¿sabes? ¡La gente simplemente quiere rockear! ¡Salgamos y tengamos una aventua! No sé si la gente querrá hacer una afirmación ahora mismo. No puedo comentar sobre el álbum de alguien más, pero ciertamente se siente en el aire, como si la gente sólo quisiera la verdad y no necesitan una gran historia. Y también quieren olvidarse de la verdad, simplemente dejarlo ir y darle un respiro.”

Lo que, por supuesto, nos trae de vuelta a ese horrible pero inevitable punto: la economía.

“Creo que de eso se trata todo, absolutamente” asiente Gerard. “Si piensas en otras bandas que surgieron en momentos como el que estamos pasando ahora mismo – una banda como Duran Duran, salieron en uno de los peores momentos económicos en la historia inglesa, ¿verdad? Esa era de Thatcher en la que nadie tenía trabajo y decían ‘A la mierda, vamos a fingir que esto no está pasando por un minuto.’ No es acerca de lo que está pasando en el mundo exterior, es acerca de lo que está pasando fuera de este cuarto.”

¿Así que estás diciendo que abandonarse es una de las cosas más comprometidas que posiblemente puedas hacer?

“Sí” dice cautelosamente “pero estás comprometido en ello al decir ‘No quiero hablar de esto ahora mismo, he tenido que lidiar con ello todo el día.’ O ‘He estado desempleado por siete meses.’ Esa es la triste realidad de despertarte pensando cómo le vas a dar de comer a tus hijos o pagar la hipoteca. Creo que ahora mismo la gente no quiere llevar eso a una arena – si es que pueden costearse el ir a una arena. El álbum que hicimos refleja la clase de lugares a los que vamos a llevarlo. Podemos tocar estas canciones en estadios, podemos tocarlas en arenas, pero también podemos tocarlas en clubs punk y quizá sea ahí donde la gente será capaz de ir en los próximos tiempos, ¿quién sabe?”

Todo lo cual nos hace pensar esto: la única forma de seguir después de ‘The Black Parade’, un álbum tan preocupado por la muerta que incluso tenía una canción llamada ‘Cancer’, es hacer un álbum preocupado por la vida. Y hablando de ese nuevo álbum…

Cuando My Chemical Romance finalmente decidió terminar la gira, tirar sus trajes y, luego de un largo período de “aprender a ser seres humanos de nuevo”, regresaron al estudio de Los Angeles hace un año, con Brendan O’Brien, productor de AC/DC y Pearl Jam.

Determinados a cambiar aquello de lo que la banda había empezado a carecer – y porque el último álbum había tenido como invitada especial a Liza Minelli, entre todas las personas – el plan era hacer un álbum honesto de punk de cochera. No estaba permitido ningún concepto sobre él. Nada de alter egos. Y para sus estándares, las sesiones no fueron todo vino y rosas – nadie abandonó la banda en un estado de depresión profunda, pongámoslo así. Las cosas fueron traumáticas de formas diferentes. No tomó mucho tiempo hasta que se dieron cuenta de que se habían tomado la idea demasiado a fondo y eso de que MCR-se-hacen-los-MC5 solamente no iba a bastar. Así que desecharon todo. Lo que terminaron haciendo fue un debido álbum de rock de cochera – solamente imbuido con la expresividad que aprendieron haciendo óperas rock.

“Cuando hicimos ‘The Black Parade’ estábamos aterrados” recuerda Gerard “y creo que eso fue algo muy bueno; creo que tratamos por todos los medios de seguir aterrándonos a nosotros mismos. Esta vez, esa era la meta. Tenía que ser tan aterradora como para decir ‘Dios mío, este va a ser nuestro gran fracaso si la gente no lo capta.’. Creo que es algo que hay que hacer todas las veces. Creo que nos esforzamos tanto con ‘The Black Parade’ que fue muy difícil asustarnos de lo que estábamos haciendo.”

Sin embargo, lo lograron. “Se puso un poco incómodo” asiente una vez más “No diría que tenso, pero definitivamente nos hizo lucir como el demonio. Definitivamente lucíamos como si no hubiéramos dormido, porque incluso cuando dormíamos nos sentábamos en la noche diciendo ‘Ay, Dios mío’. Es realmente difícil hacer un álbum. No estoy seguro si lo disfrutamos particularmente…”

Las cosas cambiaron con una canción llamada ‘Trans Am’, ahora renombrada ‘Bullet Proof Heart’ (Corazón a prueba de balas), el primer single probable. Y perversamente, lo hizo al regresar a la ficción. En general, es sobre un chico en Nueva Jersey, vestido con una remera de Judas Priest, llamado Johnny. Y una chica llamada Jenny que podría ser su novia, pero también (¡hagan sonar las sirenas de los hechos pop!) podría ser la chica perdida de ‘Jenny Was A Friend Of Mine’ de The Killers.

Lo sentimos, pero no nos vamos a creer eso a menos que escuchemos a Gerard decirlo en voz alta…

“Sí, siempre estaba bromeando acerca de eso con los chicos, porque preguntaron inmediatamente ‘¿Quièn es Jenny?’ Y yo dije ‘Bueno, ya saben, es ficticio. Hay una Jenny y hay un Johnny. No puede ser más americano que eso.’ Y luego dije ‘No lo sé, quizá sea la Jenny de la canción de The Killers – la que nunca volvió a casa’ ¡Ja! Pero, ya sabes, amo demasiado a esa banda. No creo que los músicos hagan eso mucho. No creo que se inspiren de sus contemporáneos de la forma correcta. No me imagino que respondan a sus contemporáneos, y creo que es bueno cuando eso ocurre.”

Que el coro de hecho haga eco de ‘Mr. Brightside’ es sòlo una de las cosas más extrañas de ‘Bullet Proof Heart’ – lo que comienza como un tributo a Nueva Jersey, pasando por claves menores en sintetizadores y puñaladas de éxtasis punk, y de hecho termina en piscinas de sonido de ciencia ficción. La canción marca lo que el álbum terminó siendo, un más adelantado, rock masculino de lo que nunca han hecho (Gerard lo llama orgullosamente ‘British Steel’ -Acero británico – por una influencia seminal de Judas Priest) pero llevado por el grandioso, sobreexplotado y sólo-un-poco-acampada calidad que nos gustó de ‘The Black Parade’. Con la palabra E ahora tan relevante para ellos como el bluegrass para Lady Gaga, el álbum los ve apostar a una afirmación más simple de ser el primer ministro de la tierra en bandas de rock. Por lo que NME ha oído (ver al costado) suena a que podrían tener éxito.

“En este álbum van a tener la versión más pura, la mejor que podrían esperar de la banda” se ríe Gerard “Creo que es todo lo que a la gente le gusta de la banda, solo que de una forma mucho más directa. No vas a tener pedacitos de canciones de punk anudadas con Kurt Weill o una canción folk rusa, no vas a tener esos pedacitos de lo que te gusta de la banda vestidos con otras ropas. Simplemente tendrás a la banda haciendo lo que hace.”

‘Bullet Proof Heart’ también marca el tono en el que se convirtió el tema, en llevar a la banda a cerrar el círculo en sus raíces de cuello azul. “Es una canción ficticia y metafórica realmente, pero una sobre dejar el hogar y huir – acerca de hacer todo lo que puedas para huir. Porque ese es el punto de comenzar una banda – te subes a la van para huir. No quería terminar donde crecí, y eso no es hablar mal de Jersey para nada. Amo Nueva Jersey, pero no quería terminar con un trabajo que odiara solo pasando de la vida. Quería escapar. Y a veces definitivamente sentía que cuando empezamos la banda había fuerzas, aunque fuera en mi cabeza, que trataban de mantenernos en la ciudad, en un sótano, y teníamos que rebelarnos contra eso.”

Esto se filtra en su canción clave, la batiente MC5/Hives ‘Death Before Disco’ (algunas de estas mezclas de garage han sobrevivido, por cierto. No habrá ninguna metida de pata al estilo Foxboro Hot Tubs en este asunto) descrita por Gerard poco “una canción de fiesta anti-fiesta.”

“No es acerca del lado oscuro, es acerca de su lado aburrido. Podemos ir de fiesta, pero nos va a matar y simplemente le recuerda eso a la gente. Esa canción es realmente un himno de clase trabajadora. Es realmente sobre el poder del rock’n’roll contra el poder de la fama, el poder del engaño. Es acerca de lo que tienes y de lo que no. Es un poco como una canción de guerra, realmente.”

Y el verso “los buenos tiempos te darán cáncer”, como en el coro de la oda a lo Ramones de noventa segundos ‘Black Dragon Fighting Society” (“¡Tenemos una emergencia médica!” grita el cantante una y otra vez) ¿seguramente señala una fijación con los hospitales que Gerard debería hacerse revisar?

Una pausa. “No sé si hay tantos hospitales en este álbum como hay ambulancias”.

Claaaaaaaaaro.

“Pero las ambulancias para mí representan algo completamente distinto. Son emergencias, y sirenas. Hay muchas sirenas en este álbum. Hay muchas emergencias ocurriendo.”

De hecho, si alguna canción resume el espíritu del álbum, es la línea en la tempestuosa apertura ‘Save Yourself’: “Esta no es una habitación llena de suicidas.”

“Sí” está de acuerdo “está diciendo que esta es una habitación llena de sobrevivientes. Y este álbum es acerca de la verdad y de la vida y de sobrevivir. Ya no es acerca de una postura. No es acerca de figuras divinas, no es acerca de una pose. Es acerca de regresar a lo que éramos, lo que es una banda de rock de clase trabajadora y aceptar eso al mismo tiempo que se es más grande que la vida.”

Esto es lo que My Chemical Romance ha hecho, una comprobación de la realidad con un error masivo.

Por supuesto, algo más pasó durante el tiempo fuera de My Chemical Romance. El pasado 27 de mayo, la esposa de Gerard, Lyn-Z, dio a luz a su hija, Bandit Lee. Ahora, todo rockstar tiene derecho a una canción parental sentimentaloide, y la de Gerard es ‘Light Behind Your Eyes’, la consabida balada del álbum. Pero este no es, gracias al cielo, su Álbum de Papi. Ni de cerca.

“Ciertamente tiene que ver algo con eso” admite “pero de una manera muy poco obvia. No es como si me hubiera sentado aquí a escribir un álbum acerca de ser un padre. Pero me di cuenta que después de todo estaba dejándole un mensaje a mi hija para cuando cumpliera 15. La música original de My Chem era yo hablándole a quién era yo en la secundaria. Esta será yo hablándole a la persona en que mi hija podría convertirse.”

Y si el mensaje de este álbum esta dirigido al hijo de una persona, va a tener la intención más sincera que cualquiera podría desear, ¿cierto?

“Estaba escribiendo sobre la victimización de la audiencia, y para mí esa fue la mejor cosa que la banda pudo decir en ese momento, acerca de no ser una víctima. Me di cuenta que si algo me llegara a pasar a mí, quería que mi hija supiera que su papá y su banda no fueron víctimas. Y no creo que haya evidencia sólida de eso hasta ahora. Es acerca de darle el poder a la audiencia.”

Y he aquí la paradoja. Mientras la música de MCR ha cambiado – se han desnudado, han vuelto a sus raíces, han recortado lo sobrante – lo que se refiere a su corazón permanece intacto. Y es algo que nunca cambiarías.

[Al costado]
Nuestras cinco mejores canciones del cuarto álbum de MCR

‘Death Before Disco’ Una hiperactiva tormenta de fuego de punk de cochera. “¡Esto no es una fiesta! ¡Fuera de la pista de baile! ¡Tú quieres bajar, y yo quiero una pandilla guerrillera!” chilla Gerard. Wayne Kramer, el guitarrista de MC5 (fotografiado arriba, el segundo a la derecha) escuchó la canción en el estudio y la letra le recordó al clásico de su banda ‘Kick Out The Jams’. También suena como The Hives, de una buena manera.

‘Save Yourself’ El modo de el-poder-a-la-audiencia de Gerard prendido a tope en este clásico mitin del rock, mostrando los rayos de la vibra de Judas Priest que él insiste que están ahí. “Esta no es una habitación llena de suicidas” es la frase clave, y el tema de la supervivencia se trasluce a través (“Puedes vivir para siempre si te haces el tiempo”). Es como si hubiera sido escrito con el artículo de “guerra a lo emo” del Daily Mails en la mano…

'The Only Hope For Me Is You' Un directo himno rock con flashes de Slade detrás de las afiladas guitarras. La canción de rock más simple construida en bombeos épicos de rock con un clímax lleno de puñaladas de cuerdas y pianos melodramáticos.

‘Light Behind Your Eyes’ La balada. Desvergonzadamente sentimental, como ‘I Don’t Love You’ a través de un lente suavizado. Gerard se lamenta por los amigos que han partido, canalizando un mensaje de ‘vive el presente’ en una canción dedicada a su hija.
‘Black Dragon Fighting Society’ Una bomba incendiaria de garage de 90 segundos aún más apretada que ‘Death Before Disco’, con Gerard ladrando “¡Esto es una emergencia médica!” una y otra vez. Es un emocionante ejemplo del rango de la banda, una mezcla de punk a lo Ramones en un nivel, sacudiendo heavy mental por todos lados.

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Créditos a la traducción: Jo
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