sábado, 20 de noviembre de 2010

My Chemical Romance da vuelta la página con Danger Days

La banda emerge de un período oscuro (incluyendo un disco descartado) con un disco bailable inspirado en las ideas para libros de cómic del líder Gerard Way.

Arriba en su casa en la colina, sentado en un porche que parece una cornisa, Gerard Way mira a través del humo de cigarrillo y la confusión de finales de la tarde en Pasadena mientras busca en su memoria el momento en que su banda, My Chemical Romance, se sacudió la piel. “Creo” dice con una risita cansina “que el momento liberador fue cuando decidimos que teníamos permiso de hacer disco bailable.”

Estas son temporadas extrañas para Way y su banda, quienes lanzarán su cuarto álbum de estudio “Danger Days: The True Lives of The Fabulous Killjoys” el 22 de Noviembre, y acaban de anunciar una gira mundial que los encuentra de regreso del borde de la desesperación y una amarga ruptura ¿Cuál fue su salvación? Libros de cómics, viejas películas de cienca ficción y máquinas de percusión, resulta ser, como así también el ejercicio de curación de hacer todo un álbum de rock “seguro”, desecharlo y volver a empezar.

“Es extraño como llegamos a este lugar, pero creo que no había otra forma de hacerlo” dice Way, quién se pasó casi un año con sus compañeros de banda grabando un directo álbum proto-punk con el productor Brendan O’Brien (conocido por sus serias sesiones con Pearl Jam y Bruce Sprongsteen) sólo para tirarlo todo por la borda y empezar de nuevo con Rob Cavallo (mejor conocido por su trabajo con Green Day y por ser el recién nombrado presidente de Warner Bros. Records) para crear un salvaje álbum conceptual que se siente como “Mad Max” reimaginado con guitarras y el guiño tramposo de Outkast.

“Danger Days” está recibiendo algunas tempranas reseñas bien fuertes (A Dan Martin de NME le brotó que es “el mejor álbum de rock del año con tanto margen que de hecho te sientes mal por todos los demás) pero muchas de las reacciones son de pura sorpresa – no se suponía que My Chemical Romance terminara así, no después de todos estos años de marchar por la escena pop-punk usando delineador y lanzando un glamoroso melodrama para chicos listos.

Way, un alma de la escuela de arte con moretones del mundo real y un ronco acento de Nueva Jersey, de hecho se atreve a esperar que los coros para gritar y las aspiraciones pop-épicas de “Danger Days” podría llegar a salvar al género. “No lo digo con arrogancia, pero puede ser una reposición del rock, porque al rock lo están masacrando allí afuera….” Ese lenguaje de salvador es alarmante para la gente cercana a Way porque, a través de los años, parecía que era su banda la que se estaba hundiendo en las sucias profundidades.

Unos días antes, en la mañana gris de un sábado en la ciudad de Los Ángeles, los miembros de la banda se reunieron para filmar un video musical para la pista de “Danger Days”, “Sing”, y en lugar de guitarras, llevaron consigo pistolas de láser. El video es parte de la saga que se desarrolla alrededor de los Killjoys, los personajes futuristas que interpreta la banda y pelean contra los Draculoids y su indisiosa y enorme corporación llamada Better Living Industries.

El derecho de Way

Las armas, los personajes, los logos, la historia, los vehículos – todo salió de la mente de Way, quién asistió a la Escuela de Artes Visuales en Nueva York y fue interno en la editorial de Vertigo de DC Cómics antes de pasar al estrellato del rock. Fue durante su temporada en Vertigo que Way conoció a Grant Morrison, ahora uno de los más celebrados escritores de cómics en el mundo y el hombre que recientemente mató (temporalmente) al alter ego de Batman, Bruce Wayne.

En esta mañana, Morrison tiene un objetivo diferente – está interpretando a Koarse (a quién el describe como “un sabueso humano, un cazador que se viste como no-muerto, un Doc Holliday post-apocalíptico) y está ansioso por el momento en que el guión diga que tiene que poner un arma debajo del mentón de Way y apretar el gatillo.

Apenas hay algo de nuevo en las bandas encontrándose con los cómics o con las imágenes ilustradas de lo fantástico, ya sea KISS y Alice Cooper rockeando a través de las páginas clásicas de Marvel, Spider-Man siendo la portada de CReem en 1973, o Bono y The Edge escribiendo la música para un show de Broadway sobre el lanza-telarañas. Hay cientos de ejemplos de estos crossovers, pero el de My Chemical Romance y “Danger Days” es probablemente el primero en que un libro de cómics salvó la carrera de una banda. Y oportunamente, ocurrió justo a tiempo.

En mayo del 2008, My Chemical Romance estaba bailando sobre ascuas para el momento en que llegaron al escenario del Madison Square Garden. El núcleo de la banda – el cantante principal y su hermano, el bajista Mikey Way, con Ray Toro como guitarra principal y Frank Iero como guitarrista rítmico y voces de apoyo – estaban agotados y un poco más que emocionalmente destruidos. El vocalista estaba especialmente confundido y desconsolado después de que el Daily Mail de Londres usó el nombre de cierta forma siniestro de la banda (que en realidad es una referencia al trabajo del autor Irvine Welsh) para encajar a la banda en una controversia después del suicidio por asfixia de una treceañera de Kent. Un titular – “Por qué ningún niño está a salvo en el siniestro culto emo” – hubiera sido risible de no ser tan explotador y estridente.

“Gerard realmente se lo tomó mal, y todos estábamos decaídos por el ciclo de gira” dice Toro.” Siendo de Jersey, ese concierto debió ser un momento de celebración para nosotros, y no lo fue. Tuvimos todas estas canciones de [nuestro mayor éxito comercial] ‘The Black Parade’, pero las canciones habían perdido el significado para nosotros. Cuando dejamos el escenario, creo que la gente pensó que sería nuestro último concierto, y creo que quizá Gerard lo hizo sonar de esa manera también.”

La banda se fue en diferentes direcciones. Way se sumergió en los comics y en su subversiva serie de superhéroes, Umbrella Academy, una colaboración con el artista brasileño Gabriel Bá, y rápidamente probó que no era uno de los muchos nombres que Hollywood lanza sobre la de pronto de moda escena de las Comic-Con. “Gerard se lo toma en serio” dice Morrison, “y ciertamente no es un turista en los cómics”. Su serie ganó un Eisner Award, el honor más alto de la industria y una fuerte indicación de aceptación entre sus pares.

Después de meses de buscar en su alma, la banda se reunió el año pasado y fue al estudio cn O’Brien. El plan era quitarle todo el glamour y volver a las raíces con un sonido proto-punk que canalizara a su Iggy interior. Way dijo que hubo mucha presión en hacer un álbum para adultos.

“Hay muchas recompensas, como que obtienes la portada en revistas para hombres y te encuentras a ti mismo haciendo dieta y cortándote el pelo” dice Way. “Hay gente a tu alrededor que quiere que hagas ‘el álbum de rock americano’ para los fans que están en sus treintas ahora. Cuando lo terminamos, nos dimos cuenta de lo que habíamos hecho. Nos habíamos vuelto aceptables y estériles.”

Toro dijo que la banda esencialmente perdió y no vibró bien con la aproximación rápida de O’Brien. “Los sonidos no estaban allí, y el valor de la producción no estaba allí, y mucho de eso tenía que ver con nosotros, porque no nos metimos de lleno en el álbum, nos restringimos a cierto nivel” dice. “Habíamos puesto muchos muros. Estábamos muy en contra de hacer lo mismo que habíamos hecho para ‘Black Parade’. De hecho, veíamos ese álbum como el enemigo.”

Con ese álbum siendo mezclado, los viejos amigos de Jersey empezaron a experimentar con diferentes sonidos e instrumentos. Pero, según Toro, el ímpetu y la estructura que los llevaron a este nuevo sonido estaban todo en el iPad de Way – sus borradores, sus logos, sus personajes y descripciones de un mundo que estaba entre el carácter visual distintivo de “El Empiro Ataca de Vuelta” y el roñoso comentario cultural de Frank Miller en los cómics “Give Me Liberty”.

“Eso nos dio un lugar a donde ir, un espacio que llenar con nuevos sonidos y un montón de reglas diferentes” dice Toro. “Hicimos música para ese mundo, y no nos sentimos encasillados por nuestro pasado o por las expectativas de alguien más”.
Iero dice que la banda a menudo se sintió asfixiada por el escrutinio y las expectativas del mundo del rock, y con el total abandono del primer single de “Danger Days”, el descarado y mordaz “Na Na Na (Na Na Na Na Na Na Na Na Na)”, esperan haber empujado sus amplificadores hacia la pista de baile, tal como hizo U2 después de dejar los desiertos de “Joshua Tree” y buscar las luces estroboscópicas y el cuero con “Achtung Baby”.

Siempre habíamos querido hacerlo, algo con lo que se pudiera bailar, y muy en el fondo siempre pensamos que podíamos aportar algo a la mesa si pudiéramos hacerlo, pero los conciertos en vivo siempre nos detuvieron y nos hicieron ser una banda de rock” dice Iero. Agrega que los fans ya están aceptando las premisas del mundo de la creación de Way.

“No es tanto un concepto como es un alto concepto” dice Iero. “Queremos presentar el mundo y los personajes en ese mundo y hay una serie de situaciones. Es un lugar donde puedes vivir. Y la idea es que esa transmisión desde el futuro es la música de este álbum, y los videos musicales contarán la historia que se lleva acabo aquí”.

Felices con su decisión

La respuesta es fuerte (Spin llamó a “Na Na Na” un “descarado himno punk con abrasadores guías de guitarras, un desglose épico, y una entrega burlona de Gerard Way”), pero la banda se ha metido tanto en este nuevo modo que hay un considerable riesgo de que falle en conectar con la imaginación popular.

“Cada vez que creas algo que es realmente cercano y querido en tu corazón y lo lanzas sobre el mundo, es como abrirte el pecho y quedarte ahí parado” dice Iero. “Es un lugar muy vulnerable. Nadie puede amarlo como tú, pero cuando los chicos lo aceptan y corren con él, puede ser genial. Pero claro que te preocupas.”

De vuelta en la cima de su montaña, Way no parece preocupado en lo absoluto. Está lleno de entusiasmo acerca de la idea de crear figuras de acción y mercancía basándose en el futuro de “Danger Days”, que el ve como un adorable parodia de los puntos de venta de George Lucas con los que creció, y encuentra su espíritu vivificado yendo a las clásicas y fluorescentes fantasías de películas de medianoche como “Zardoz” y “Barbaerella” y creando un proyecto de arte disfrazando como un álbum de rock y una gira (Tocarán en la House of Blues el lunes).

“Hemos hecho este álbum que nadie, ni nosotros, esperaba” dice Way. “Podríamos haberle dado al mundo este álbum de rock, y eso hubiera sido perfectamente aceptable, pero en cambio fuimos e hicimos un álbum pop-art. Mira, tenía todo este armamento antes, y lo estaba separando de mí mismo. Ahora soy yo. He conectado con todo el arte, y no creo que debería ser separado. Ahora la única armadura que me queda es la falta de preocupación por las consecuencias de todo lo que hemos hecho. La reacción a lo que hemos hecho no es algo que me preocupe. Este soy puramente yo en este momento, y eso es realmente refrescante.”




Versión en inglés.
Traducción: Jo.

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