miércoles, 31 de agosto de 2011

9 años y un día... - Carta de Frank Iero.

“Hell (oh) amigos,

Ha pasado un tiempo… estoy teniendo una ñoña noche libre en la tierra que llaman Vancouver, y me veo en la obligación de dejarles esta nota pública de amor. Mañana, hace nueve años, nuestra banda tocó su show más grande en su, hasta entonces, descarada carrera. Fue el consabido momento de “Gran Quiebre” que cada chico en una banda, una película, en una comedia, en la maldita vida real espera y babea por él.

Una banda (Coheed and Cambria en nuestra historia) no pudo ir a su más grande y espectacular show (el cual sería interpretado por The Allentown Fair, Allentown Pennsylvania el 31/08/02), con una posible asistencia de 10 mil o 12 mil personas… Se siente como un millón) abriendo para una banda que amas, escuchas y tienes todos sus discos (en nuestra historia, Jimmy Eat World)… y maldición, tú y tus mejores amigos reciben una llamada telefónica mágica invitándote a participar en ello. Los cielos se abren, los ángeles comienzan a cantar, las mujeres se desvanecen (solo bromeo, no había absolutamente ninguna mujer) y de alguna manera con poco tiempo para prepararte, rentas una van sin dinero y crédito de mierda, y se aparece a una serie de ensueño. Ahora, por amor a la realidad, debo decir que no fue “eso”. Hubo un montón de trabajo que nos condujo a esa oportunidad del “show de ensueño”, y dios sabe la tonelada de trabajo duro después de ello, pero fue un atisbo. Una pequeña astilla de lo que podía ser… y a veces eso es suerte suficiente para conseguir.

De todas maneras, quizá me estoy poniendo emo a mi edad, o quizá solo pasé un fabuloso fin de semana, tocando en algunos de los más grandes y más memorables shows de mi vida, pero cualquiera sea la razón, estos últimos días me he puesto nostálgico y he pensando…

…de vuelta al comienzo sentado en la mesa de la cocina de mi abuela, mirando entre las agendas de mi padre y mi abuelo, viendo todas las giras agendadas…

… de vuelta a cuando tuve la edad suficiente como para viajar con mi papá a sus giras de fin de semana, ayudando con las cargas e instalando sus tambores en el escenario. El sentimiento de los ojos de la gente mirándome, sabiendo que no tenía nada que hacer en ese maldito bar. El olor a los cigarrillos antiguos y cerveza pasada que se impregnaba en los micrófonos y la espuma en sus casos… de esas tempranas experiencias supe lo que quería hacer. Soñé con estar en una banda y tocar en espectáculos por el resto de mi vida sin parar.

…Pensando en el pasado, la primera vez que mi papá me dio una guitarra, una copia de una Fernandes Strat blanquecina que obtuvo del guitarrista de su banda. Aprendí 3 acordes y luego escribí una horrible cancioncita con ellos. La toqué y torturé a mi pobre mamá con ella, hasta que mis dedos sangraron. (Sí es verdad, esa maldita canción de Bryan Adams fue real para mi, maldición!)

…de vuelta a esa insignificante liga de baseball donde un chico me preguntó qué música me gustaba. Ambos concordamos en que Nirvana era, y cito, “The fucking coolest” (Lo mejor) y entonces, mi primera banda había comenzado. Pero él tocaba la guitarra, yo nunca había estado en una banda antes, y su cabello era más largo, por eso tuve que tocar la batería… al menos hasta que encontraramos a un reemplazante, acepté de mala gana. (Nunca encontramos un baterista)…

…De regreso a la escuela, cuando conocí a un divertido chico que siempre vestía una corbata de moño. Tenía un auto y me daría cintas compiladas de punk rock. Nos volvimos buenos amigos e íbamos a tocatas locales juntos. Decidimos comenzar una banda y tocamos nuestro primer show juntos un mes después en un baile al cual no era lo suficientemente grande para asistir…( hicimos un cover de una canción de Nirvana)

…de vuelta al trabajo de medio tiempo en un Pathmark en Belleville NJ, puesto convenientemente entre un KFC y el “rape tunnel”. Seguramente me pagaban el sueldo mínimo y usé cada centavo que guardé para comprar los 100 tickets que mi banda necesitaba vender para poder tocar en la batalla de las bandas. El mejor premio, un espacio para abrir en la fecha de NJ del Warped Tour. Perdimos contra una banda de Ska cuyo vocalista era uno de los malditos jueces, luego mi novia me botó por nuestro baterista…

…pensando en el encuentro, conocer y eventualmente ser lo suficientemente afortunado para llamar familia a algunos de los más extraños, más amables y más talentosas personas que he encontrado en toda mi vida… y descubrir que querían que me uniera a su banda y luego meses después montarnos juntos en una van y aprender todo lo que sé de la vida y del mundo a su lado…

Debo decir que ha sido un viaje extraño hasta el momento. Pero ya saben, creo que quizá es la naturaleza humana olvidar lo bueno que ha sido mientras todo va bien. Pero si eres realmente afortunado (digo, real, reaaaaaaaaaal y malditamente afortunado), de vez en cuando la vida de da un codazo y te recuerda de dónde vienes. Se lo que es ser joven y tener sueños… He tenido mi corazón roto y he maldecido los cielos cuando las cosas no van a mi manera… pero también sé lo que es ser lo suficientemente afortunado de tener esas esperanzas y sueños cumplidos. No sería la persona que soy hoy sin lo bueno y lo malo, y estoy agradecido de cada segundo de ello. Mañana es un aniversario… y la vida ha sido lo suficientemente buena para recordármelo.

Asi que gracias a toda esa gente que ha sido lo suficientemente buena para ayudarnos por el camino. De mi familia y mis amigos que siempre han oído cualquier canción de mierda que he escrito y que creí que era buena en el momento... A todos quienes en algún punto por estos años se tomaron el tiempo de verme tocar, quizá compraron alguna grabación que hice o solo la obtuvieron… Me gustaría agradecerles, un millón, un trillos de veces, eso realmente significa el mundo para mí. xoFrank.


Fuente: My Chemical Romance

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